La costumbre de usar el cinturón de seguridad y su necesidad

Desarrollar la costumbre de usar el cinturón es difícil pero no imposible, y los beneficios son muchos.

El carácter fundamental e imprescindible de cinturón de seguridad como dispositivo para proveer contención física en el vehículo tanto a conductores y pasajeros se ha vuelto, de manera evidente a todas las luces, lo que se dice un conocimiento vox populi.

Esto quiere decir que hoy es una amplia mayoría de ciudadanos los que saben que el uso de ese dispositivo no solo está exigido por la ley siendo su falta de uso pasible de importantes sanciones y multas, sino que es su uso en sí mismo un valor que asegura la vida y la integridad física de los tripulantes de un automóvil tanto en situaciones consideradas por todos como más riesgosas como por ejemplo salir a la ruta como en situaciones entendidas socialmente como de menores riesgos como por ejemplo andar tranquilamente por el barrio.

Dejando de lado que tal comprensión social mencionada anteriormente dimensiona los riesgos de manera imprecisa, ya que salir al barrio a comprar algo puede ser causa de accidentes muy lamentables tanto como los que ocurren en la ruta, queda total y absolutamente claro que las personas saben que lo correcto en todos los casos es ponerse el cinturón.

Sin embargo, y esto no es menos sabido, no todo el mundo lo hace. Muchos conductores que se resisten al uso de tan útil y protector dispositivo argumentan que nunca se hicieron la costumbre de utilizarlo, dado que en sus años de inicio en el manejo este se empleaba solo en raras y contadas ocasiones e incluso muchos vehículos venían sin cinturón de seguridad. La noción de que el uso del cinturón es una costumbre es cierta pero no por eso debe ser un impedimento para utilizarlo. De hecho los conductores más responsables son aquellos que logran transformar en costumbre los requerimientos securitarios.

Para eso sirve hacerse recordadores, emplear tácticas que le sirvan a uno para recordar el uso del cinturón durante el primer tramo del desarrollo de la costumbre, cuando esta todavía no está automatizada. Una serie de notas en el auto o una alarma en el celular pueden ser de mucha ayuda, pero claro, hay que respetarlas y no hacer como hacen muchos conductores con las alarmas de los autos, que abrochan el cinturón y se sientan encima para acallar el ruido.

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