Estos se inspiran en métodos eficaces probados en otras partes del mundo.

La importancia de tener en el municipio operativos frecuentes de control era notable desde el primer momento para quienes delinearon esta metodología que se va afianzando con cada realización, con cada intervención de las que efectúa de manera coordinada el conjunto de las tres fuerzas que son Policía Local, Seguridad Ciudadana y Tránsito. Es que cuando asumió su función inicial como Secretario de Seguridad y Movilidad Sustentable, Diego Kravetz ya llevaba un tiempo estudiando los distintos modelos de gestión de la seguridad en diversas partes del mundo, razón por la cual tenía una concepción amplia de las soluciones posibles a los problemas que más amenazaban la seguridad y la integridad física de una comunidad como lo es la que integran y conforman todos los vecinos de Lanús.

Efectivamente estos métodos demostraron ser eficaces en muy poco tiempo de implementados los operativos de control de tránsito. Estos intervienen en una de las instancias sociales donde más coexisten y se solapan transgresiones y delitos: la calle. Y no se trata solamente de la calle como fenómeno en sí, sino de la calle como un ecosistema de conductas que tensan constantemente las normas y principios que regulan, o deberían regular la armonía del sistema social en su totalidad.

Esta caracterización conceptual del espacio público es la que demandaba en las fuerzas de seguridad un rol más activo y no reactivo. Es decir, demandaba que las mismas se movilizaran al lugar de los hechos previamente a que ocurrieran problemas o infracciones, y no en respuesta a acontecimientos problemáticos denunciados efectivamente. Este abordaje preventivo de la seguridad es clave para evitar accidentes y conflictos serios que bien pueden escalar a niveles lamentables si no se los aborda de manera proactiva. Esa y no otra es la filosofía que impulsa a los operativos de control de tránsito y esos son los valores que estos resguardan y promueven en cada intervención singular, en cada acto concreto de presencia de sus diversos representantes en todo Lanús. Como es ya sabido estos actos de intervención son constantes y son aleatorios.

La aleatoriedad es otro factor importante debido a que impide que transgresores deliberados y malintencionados puedan incurrir en conductas elusivas de la vigilancia y la sanción, de modo tal que sean las autoridades las que retomen, como corresponde, el control de lo que pasa en las calles y no los infractores, que ven reducidos sus márgenes para transgredir de manera muy contundente y difícilmente reversible.