La utilidad de los operativos de control de tránsito es central en un plan de gestión de la seguridad ciudadana.

La seguridad ciudadana consiste en establecer los parámetros elementales para la coexistencia pacífica entre personas que habitan un mismo territorio por medio de la homogeneización de sus responsabilidades y derechos, de modo tal que en el mediano y largo plazo sus sentidos del deber y comportamientos dirigidos tanto hacia otros ciudadanos como al espacio público en su totalidad sean lo suficientemente similares entre sí como para corresponderse dentro de una misma lógica común que garantice predictibilidad y sistematicidad suficientes para construir una idea común de normalidad y adecuación que integre tanto a ciudadanos como autoridades dentro de un mismo y único estándar. Esto se debe aplicar a ámbitos muy diversos de la práctica y el quehacer cotidianos, sin excepciones de ningún tipo. Como es ya bien sabido, el tránsito es un área clave para estos propósitos.

Es justamente dentro de esta visión y acción que ejerce la Municipalidad que tienen lugar los operativos que se proponen esos fines. Normalmente se realizan los fines de semana en horarios rotativos y zonas aleatorias para evitar que sean predecibles y así maximizar su eficacia, dado que es común a la naturaleza de los conductores cometer faltas y querer evitar las sanciones, y es más común aún intentar anticiparse a los controles para evitarlos y salir airosos en transgresiones que son peligrosas no solo para otros conductores y habitantes de la calle sino para ellos mismos. Por esta razón es que se ejercen los controles de manera aleatoria, aunque sí ocurren con más frecuencia en determinadas instancias como por ejemplo la de la vida nocturna, ya que esta congrega con más recurrencia una cantidad importante de transgresiones vinculadas a sustancias desinhibitorias, que son también sustancias peligrosas.

Como resultado de estos operativos se labran actas y se incautan licencias de conducir a todos los que demuestren tener comportamientos que disten de lo ejemplar o lo mínimamente deseable que es una masa de conductores atenta a las normas y a su cumplimiento, situación esperable en todas las áreas de la vida social pero más aún en la vida vial, ya que en ella se dan situaciones de muy alto riesgo que comprometen la integridad física y la vida de todos los ciudadanos. Es por este motivo que la Municipalidad es muy rigurosa y muy seria en cuanto a la realización de sus controles, los cuales revisten para las autoridades el mayor carácter de importancia y se espera de la comunidad que tenga la misma importancia para los conductores.